Hoy excursión a Tulum, pronunciado Tulúm. Después de un desayuno tranquilo salimos andando a los vans. Los colectivos son básicamente una mezcla de autobús y taxi, tamaño furgoneta. No sabemos exactamente si es una empresa que maneja todo, pero hay un puesto fijo donde vienen todos los colectivos a Tulum. Cada dos o tres minutos pasa una furgoneta y recoge a la gente. El conductor le da 10 pesos al tío que organiza las colas a los diferentes destinos. Pagas 40 o 45 pesos para el viaje de una hora y llegas a Tulum.

El colectivo nos deja cerca de la entrada de la zona arqueológica de Tulum. Nos ofrecen un «tren» turístico que nos llevaría hasta la entrada. El tren es uno de esos coches disfrazados de tren y el camino es de diez minutos andando, así que nos ahorramos el dinero y podemos disfrutar de los turistas que nos encontramos en el camino.

Antes de entrar, nos juntamos con otros visitantes para reducir el precio del guía. Vale la pena, porque nos cuentan detalles muy interesantes sobre el sitio. Primero aprendemos que no hay mosquitos en la zona, una especie de murciélago que vive cerca se los come todos. Nos encantan los murciélagos.

Nuestro guía es parte de la población maya que queda en México. Hablan maya en casa y aprenden español en la escuela. Después de un poco de información general sobre el pueblo maya empezamos con el recorrido por Tulum.

Tulum es una ciudad maya que se construyó en la costa, porque al parecer los mayas llegaron a ser tan decadentes que no quedaban recursos naturales en el resto de Yucatán. Construían sus edificios con cemento para el cual necesitaban quemar piedra caliza. Al final, se les acabó la madera ya que necesitbana 100kg de madera para obtener 1kg de cemento.

Ya basta con información wikipediana. ¿Por qué mola tanto Tulum? Es la única ciudad maya (antes eran 70, pero solo queda ésta) en la costa. La verdad, las vistas del templo al mar son algo muy especial.

La zona arqueológica cuenta con playa y es escenario perfecto para sacar algunas fotos. Uno se siente como si estuviera en el medio de la selva.

Después de comer nos vamos a la ciudad moderna de Tulum. Es un sitio pequeño que al parecer está preparado para acoger un montón de turistas que quieren visitar la zona arqueológica. Antes queríamos quedarnos una noche ahí pero al final solo hacemos la excursión y vamos de vuelta al atardecer. Nosotros, contentos con haber cambiado los planes. Tomamos un café, jugamos a las cartas y disfrutamos un poco, luego volvemos a casa.