Vamos en tren por China

En China no hemos volado ni una vez, lo que nos pone muy orgullosos. Casi todos los viajeros que conocimos aquí volaron las distancias largas (sobre todo porque no hay tiempo). El país es 27 veces más grande que Alemania y si quieres ver algo de China tienes que moverte mucho.

Es muy interesante viajar en tren por China, un país que vivió tantas modernizaciones en los últimos años. Compramos todos nuestros boletos de antemano con una agencia y los recogimos en Shenzhen.

Casí todas las estaciones de trenes que pudimos conocer son muy nuevas y se parecen a aeropuertos. Sin boleto no puedes entrar. Hay que mostrar el boleto y el pasaporte a la entrada (para los chinos hay terminales con detección facial – nosotros teníamos que ir con un policía).

Vamos en tren por China
Estación de Huaihua

Después siempre hay que pasar por un control de seguridad y ya estás en una sala enorme de espera con restaurantes, tiendas y hay mucha gente parada o sentada. Muy pocas veces encuentras un asiento libre. La gente charla o come, todos llevan bolsas enormes y mucha comida.

 

Vamos en tren por China
Sala de espera en Shanghai

15-20 minutos antes de la salida empieza el embarque, justo como en los aeropuertos. Hay que pasar por otro control y el tren ya suele estar en el andén. Cada pasajero tiene su asiento ya reservado, aún así la gente se arremolina como siempre en China. Todos los trenes salen muy puntualmente e igual llegan a la mera hora, también después de viajes de más de 10 horas. ¡Es impresionante!

Hay los trenes bala que van a una velocidad increíble y los trenes normales, para los que los boletos son mucho más baratos. Cada tren tiene sus diferentes clases: primera y segunda en los trenes diurnos y hard y soft sleeper en los nocturnos. Nosotros probamos de todo y fue toda una experiencia.

En el vagón para los hard sleepers existen compartimientos, pero no hay puertas. Hay 6 camas por compartimiento y se escucha el ruido de todo el vagón. La gente juega a las cartas, come sus instant noodles, mira sus telefónos y el tiempo pasa bastante lentamente. Nosotros lo hicimos durante el día y fue bastante relajante.

Los soft sleepers son un poco más cómodos. Aquí hay 4 camas por compartimiento y hay puertas 🙂

En este compartimiento hemos pasado 16 horas y la pareja china que nos acompañó fue muy linda, aunque la señora no pudo comprender que no hablo chino. Nos ofrece cerezas y comida y se duerme temprano. El señor en cambio ve vídeos a todo volumen en medio de la noche y sin auriculares – ¡hola tapones para el oído! Saliendo del compartimiento hay gente fumando en el pasillo. Dormimos muy bien y llegamos a nuestro destino bien descansados.

Vamos en tren por China

Los viajes de Shanghai a Xi’an y de Xi’an a Beijing los hacemos en tren bala. Más de 1.400 kilómetros en menos de 6 horas y el tren se desliza suavemente por el paisaje. Me encanta ir en tren, ¡pero ir en tren por China realmente es de otro mundo!

En las ciudades grandes chinas suele haber un sístema de metro muy bueno. Las estaciónes están escritas también en nuestra letra, así que sabes en cada momento donde estás. En los andenes hay mucho vidrio para que nadie se pueda caer. Aún así, hay siempre funcionarios que te indican que por favor esperes atrás de la línea. La puerta de vidrio se abre automáticamente con la puerta del metro. Aunque está claramente señalizado por donde hay que subirse y por donde bajarse, la gente se amontona como siempre. Dentro del metro todos bajan sus cabezas para mirar sus teléfonos. Nos gusta esta manera de moverse por las ciudades – es barato y muy auténtico. Durante todo el mes no hemos tomado un taxi ni una vez.

En una estación de metro de Beijing no hay tanto vidrio como normalmente y nos notamos un poco nerviosos. Aunque en Alemania nunca hay el vidrio de seguridad ahora nos sentimos raros al tener los andenes tan cerca.

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¿Esto es seguro?

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