Nuevos amigos en Hanoi
Dejamos a China atrás y volamos al siguiente país que nos toca descubrir: ¡Vietnam!
Aterrizamos en la capital Hanoi, nos compramos una tarjeta SIM muy barata y nos alegramos mucho al ver que Google Maps y también WhatsApp funcionan de nuevo sin problemas. En bús público vamos al centro de la ciudad, lo que tarda 2 horas porque se para en todos lados, pero sólo cuesta 60 centavos. Encontramos un hostal lindo en pleno casco histórico y dormimos de nuevo en un dormitorio, sólo que aquí las literas son camas dobles – una experiencia nueva para nosotros.
Hanoi es una ciudad muy caótica y está llena de motos. Los buses se apretujan por las callejoncitos, todo el mundo pita y hay que tener cuidado para que no te atropellen en la calle. Si caminas por las calles de Hanoi, no lo pienses dos veces y simplemente ve, sino no te mueves nunca.
Nos encanta el ambiente de la ciudad vieja, los cafés y restaurantes de la calle con sus sillitas donde se pueden tomar deliciosos jugos, smoothies y los famosos cafés de coco o huevo. La comida nos convence al instante. Es muy barata y hay buenas opciones vegetarianas con mucho tofu. Comemos con placer las sopas con noodles y hierbas frescas, rollitos de primavera fritos o los rollitos de verano frescos.
Deambulamos por la calle de la ropa, la calle de los zapatos, la calle de los sastres y de metales. Las pequeñas tiendas ofrecen sus productos y se regatea mucho. El pequeño lago al lado invita para dar una vuelta y comer un helado de menta. Aquí hace un calor tremendo y húmedo. Hay que planear un poco el día para poder volver al hostal y refrescarse en el lobby.
En el hostal conocemos a Rosa de Alemania que hace su primera parada de un gran viaje por el mundo aquí y conocemos a Karl y Henri, dos hermanos de Estonia que ya llevan 1,5 años de viaje y van a volver pronto. Aparte de ellos tres que son nuestros queridos durante estos días, conocemos a gente muy interesante de todo el mundo. Hay muchos viajeros que llevan ya viajando mucho tiempo con los que intercambiar experiencias. ¡Eso lo hemos extrañado mucho en China! De noche quedamos todos en la calle de la cerveza para disfrutar de cervezas por 5000 Dong, o sea 20 centavos, y nos lo pasamos muy bien.
Reservamos un tour gratis con Rosy, estudiante de inglés que así puede practicar, y ella nos lleva por su ciudad. Desafortunadamente, llueve ese día, pero llevamos los paraguas y caminamos hasta la prisión Hoa Lo, donde aprendemos mucho sobre la ocupación francesa y la guerra de Vietnam. Después visitamos el icónico templo de la literatura, un oasis de paz en medio de la caótica ciudad de Hanoi. Es un complejo hermoso de templos donde adoran a Confucio y que transformaron en la primera universidad de Vietnam.
Rosy nos lleva a la Train Street, por donde hasta hoy en día pasan trenes. Un lugar perfecto para sacar unas fotos.
Hanoi nos gusta mucho, por lo que prolongamos nuestra estancia varias veces. Al final pasamos seis días aquí.
Aquí les van unas impresiones de Hanoi de noche cuando se cierran todos los lugares poco a poco: