Cañón del Colca: Visitando a los cóndores
Desde Arequipa nos vamos a un tour de dos días hacia uno de los cañones más profundos de Latinoamérica: el cañón del Colca. En la mañana temprano pasamos por la plaza mayor donde se escucha música de trompeta, hay militares, coros y mucha gente pasando por las calles de la ciudad – luego nos explican que en Arequipa es común hacerlo todos los domingos. Hoy el cielo es tan despejado que por primera vez podemos ver a los volcanes – ¡es lo máximo!
Nos subimos al minivan y nos vamos. En el camino cruzamos el parque nacional atrás de los volcanes. Ahí viven las vicuñas que podemos apreciar de cerca y también un grupo de llamas y alpacas con el que podemos tomar muchas fotos – sólo unos pocos se ponen impacientes y le escupen a Leo…¡ups! Pasamos por un mirador bastante alto. Desafortunadamente las nubes cubren las montañas y volcanes. Aquí se encuentran miles de torrecitos de piedras – deseos pedidos a las montañas. Estamos bastante alto – nos falta el aire para respirar.
Llegamos al pueblecito de Chivay sorprendidos del cuarto de hotel que nos tocó, ya que está incluido en el precio del tour de 70 Soles (18€). Tenemos un baños privado y un cuarto bastante grande. Desde ahí vamos a las aguas termales de Chacapi donde relajamos con una pareja alemana de nuestro grupo. Es imposible de meterse en la piscina más caliente.
Cenamos en el restaurante más turístico con show de baile típico de la región y música andina. Al final no nos desagrada no tanto como habíamos pensado y bailamos con ellos.
El próximo día nos lleva a la famosa Cruz del Cóndor pasando por unos pueblecitos con vistas hacia un volcán activo a lo lejos. En la Cruz del Cóndor se pueden ver los aves majestuosos de cerca y estamos encantados de poder verlos de tan cerca. Los cóndores planean con el aire térmico subiendo y bajando. Ahí pasamos unas dos horas observando a estas aves impresionantes que llegan a tener una envergadura de hasta 3,5 metros. Comen carroña y tienen la ayuda del zorro que come la carne fresca y descuartiza el animal muerto para el condór.
Aprendemos también bastante sobre la agricultura de la zona. Aquí se cultivan maíz, patatas y muchos más vegetales y frutas. Tenemos unas vistas espectaculares por los campos en forma de terrazas y sobre el cañón. El sol brilla y disfrutamos de la naturaleza pura a nuestros pies.