El lago Titicaca y sus islas
En nuestro hostal en Cusco conocemos a las dos Cristinas de España que tienen una ruta similar a la nuestra siguiendo el viaje hacia Bolivia. Decidimos de viajar unas semanas juntos por Bolivia y el norte de Argentina hasta que nuestros caminos se dividen y ellas se van hacia Chile y nosotros hacia Uruguay y Brasil.
Así que ahora somos cuatro. Eso lo hace todo un tanto mas fácil, mas barato y nos divertimos mucho. Nuestra primera parada en Bolivia es la pequeña ciudad de Copacabana. La razón porque se llama como el famoso barrio de Rio de Janeiro se puede averiguar. Desde aquí tenemos una vista espectacular sobre el famoso y enorme lago de Titicaca que se parece a un mar. Esta vez cruzamos la frontera sin problemas y nos dan nuestro septimo sello en nuestros pasaportes y llegamos cansados del viaje nocturno a Bolivia. La ciudad parece un poco inacabada con sus casas sin pintura y puro ladrillo. La iglesia por contrario es una hermosur y el ambiente en las calles es bastante bueno.
Hacemos una caminata muy bonita por la orilla del lago pasando por algunos pueblitos. En la vera del camino pastan cerdos, vacas y ovejas – la vista perfecta sobre el lago. Pasamos por unas islas flotantes montados ahí para turistas – no tienen mucho encanto. Comemos un menú con sopa, plato principal y postre de 1,30€. Parece que Bolivia es bastante bueno para el monedero. En la noche llueve tanto que ya no salimos del hotel y no salimos de la cama hasta la próxima mañana.
Como queremos pasar una noche en la isla del sol tomamos un barco que cruza el lago con una lentitud impresionante. La primera parada es la isla de la luna con su maravilloso templo de las vírgenes. Toda esta zona era sagrada para los inkas – según las leyendas fue aquí donde nacieron los primeros inkas que después desembarcaron hacia Cusco para fundar esta cultura. Hoy en día se puede apreciar el templo hermoso con sus calendarios lunares y altares.
Desde ahí seguimos en barco hasta la isla del sol, donde nos buscamos un hostal barato (lo más arriba que te subes y lo más que sudas, menos pagas). Nos alojamos en un hostal decente y muy barato – en este paraíso turístico una buena compra.
Deambulamos por la parte sur de la isla, comemos con una vista hermosa y disfrutamos del clima bonito después de tanta lluvia ayer. La parte norteña de la isla está cerrada por un conflicto entre dos grupos indígenas por el turismo. Ya lleva 2 años así y ningún turista tiene permiso de cruzar la frontera. Hay una bandera roja que marca el último punto donde puedes estar, disfrutar de la vista y darte la vuelta. Como han matado a una turista de China hace un año no corremos el riesgo, no cruzamos la frontera simbólica y jugamos a las cartas hasta que atardece.
De lejos se ven los relámpagos de una tormenta que no nos deja dormir por la noche – el amanecer romántico que nos imaginamos ver desde la isla lo pasamos dormidos. Tomamos el primer barco para estar de vuelta en Copacabana temprano y tomar el próximo bus a La Paz. Con el bus hay que cruzar por el lago en ferry – una experiencia bastante interesante. Por la tarde llegamos a La Paz.