200 días en Latinoamérica

¡La primera mitad del viaje está hecho!

Querida familia, queridos amigos,

llevan ahora 7 meses en este blog, se han dejado llevar por nuestro viaje y nuestras experiencias, han leído nuestros textos largos, han visto nuestras fotos y nos han podido seguir en el mapa para ver adonde nos hemos ido estos últimos meses. ¡Hoy llevamos justo 200 días de viaje! 200 días de aventura, 200 días con muchas cosas nuevas, 200 días estando muy lejos!

Obviamente queremos dar con ustedes una mirada atrás al tiempo que hemos pasado aquí y les dejamos saber que tan interesantes han sido estos meses para nosotros y que tampoco sólo es alegría con la que nos subiremos al avión hoy en la noche en dirección al este.

¿Por dónde empiezo?

He creado un pequeño diagrama en el que pueden ver, en que países hemos estado y cuanto tiempo. Así que, si en algún momento tienen pensado ir a alguno de estos países miren primero aquí porque en algunos lugares estuvimos muy poco tiempo y no podemos dar muchas recomendaciones – en otros por lo tanto sí estuvimos el suficiente tiempo para poder darles muy buenas recomendaciones.

200 días en Latinoamérica

Hemos decubierto muchos lugares viajando del norte al sur, en el camino hemos tomado 4 veces el avión, pero siempre intentamos viajar en buses, por lo que hemos cruzado casi todas las fronteras por tierra. 200 días también son 200 noches en camas extrañas: en hostales, AirBnBs, con amigos, couchsurfers o a veces hasta en hoteles. De las 200 noches hemos pasado 32 en buses – de ellas la mayoría en Perú. A veces hemos pagado un poco más para poder realmente descansar en asientos como camas y haciendo el check in en terminales de autobuses que se parecían a aeropuertos y con comida servida en platos de plástico. Pero la mayoría de las noches de bus nocturno hemos pasado con mucho aire acondicionado o sin aire ninguno en asientos llamados «semi camas» (una denominación exagerada si me preguntan a mí) y el día siguiente no se puede hacer mucho porque hay que descansar primero.

En muchos lugares buscamos alojamientos con cocina para poder preparar nuestro desayuno y crear algo con los productos frescos y baratos de los mercados. No hay muchas especias en Latinoamérica por lo que usamos sólo sal y pimienta. A veces también cocinamos un curry con nata en lugar de leche de coco y una tonelada de curry en polvo. Uno aprende a improvisar algo con las cosas que se encuentran en los supermercados y se prueban cosas nuevas. Obviamente también buscamos por productos europeos que tanto echamos de menos: sobre todo el pesto. Pasta con pesto ha sido una de nuestras comidas favoritas en nuestro tiempo aquí cuando queríamos algo rápido y fácil.

Si no había una cocina, intentamos comer como la gente local en los mercados – pero siempre con cuidado para no lastimarse el estómago. Aparte de eso nos buscamos restaurantes con comida rica o comimos en puestos de la calle o nos buscamos un menú del día. Siendo vegetariana en Latinoamérica sufrí algunas veces pero casi siempre encontramos algo o me crearon algo. Probamos cosas locas y hemos intentado comer comida típica en cada uno de los países visitados. Obviamente el tour gastronómico de Lima destaca en nuestras experiencias de comidas típicas.

Estuvimos en el campo y en la naturaleza que es simplemente impresionante aquí: Uxmal en México, la selva de Livingston en Guatemala, la ciudad perdida y el valle de las palmeras de Colombia, el Chimborazo en Ecuador, el Cañón del Colca en Perú, el salar del Uyuni, las cataratas de Iguazú y las playas de Florianópolis en Brasil destacan (¡No crean! – !esto es sólo una selección!)

Pero también las ciudades nos encantaron: Leo se enamoró de Guanajuato, la ciudad colorida de México, nos quedamos más tiempo que planeado en Quito, pasamos casí tres semanas en nuestro querido Cusco en Perú y nos hemos perdido en las calles de Buenos Aires y São Paulo – ¡megalópolis con muchísimo potencial! A veces estuvimos a la altura del mar y otras veces muy alto en las montañas. ¡Nos encantan las ciudades diversas, cosmopolítas, políticamente acitvas y culturales!

Hemos conocido a gente de todo el mundo, que en parte hemos vuelto a ver, que compartieron una parte de nuestro camino y que nos inspiraron. Nos reencontramos con amigos y en cada país hemos pasado momentos bonitos que pudimos compartir con alguién local. Volví a ver a mis hermanos que hicieron su intercambio en mi casa hace muchos años y que hoy nos abrieron las puertas de sus casas. Les presenté a mis familias mexicanas mi esposo y jugué con los hijos de mis hermanos mexicanos.

Viajar no sólo es un lujo y un soltarse total de la vida diaria, sino también cansa mucho. Muchas veces nos dimos cuenta que la cabeza no es capaz de procesar más experiencias, que no vamos a poder ver a todos los sitios de interés turístico y que necesitamos una pausa. La vida diaria tiene que ajustar entre viajes en bus, nuevas ciudades, busquédas de hostales y cosas nuevas – creo que ya entendemos muy bien como funciona mejor para nosotros. Ya no buscamos el clásico free tour en las ciudades, pero nos dejamos llevar, escuchamos a la gente local, intentamos ahorrar dinero si es posible y preferimos gastarlo en un bar lindo para pasar el día ahí jugando a las cartas.

Hemos hecho planes y los hemos descartado, compramos vuelos y los cancelamos o cambiamos. Nos dimos cuenta de que el tiempo nunca es suficiente y que es imposible ver todo lo que nos propusimos. Pero así hemos tenido la oportunidad de conocer a Argentina que ahora es uno de nuestros países favoritos del viaje – nunca se sabe para que sirven los planes y a veces salen cosas mejores de los esperado. 🙂

Somos un equipo de viaje muy bueno. Leo se ocupa mas del dinero y está al tanto sobre todos nuestros gastos mientras que yo me ocupo más de alojamientos o acitividades. Claro que a veces el uno le molesta al otro y en los dormitorios de los hostales también es bastante difícil encontrar su privacidad y su tiempo a solas. Pero la verdad estamos muy felices juntos y no nos cansamos del otro, hacemos los mismos chistes, observamos las mismas cosas pequeñas cuando andamos por las calles y nos reímos mucho juntos. Nunca nos faltan temas de las que hablar, leemos juntos y vemos películas en las noches. Somos un buen equipo y nos hace muy feliz también para lo que viene (también después de este viaje).

Estos 200 días han sido marcados por paisajes impresionantes y encuentros bonitos – ¡Estamos muy agradecidos por estos lindos meses! En Brasil ya hemos vivido üor primera vez lo que está por venir – aquí no hablan nuestro idioma. Voy a extrañar mucho poder hablar con la viejita que me vende empanadas en la calle, con los vendedores, con la gente que nos pregunta de donde somos en la calle, con el personal del hostal – eso siempre ayudó mucho y ha sido un lujo inexplicable.

¡Ahora vamos a Asia! Antes hacemos una parada de una semana en Etiopía, pero algo queda muy claro: hoy nos despedimos de mi querido América del Sur y acabaremos nuestro viaje que antes fue uno de mis sueños que cumplí. Ahora empieza una nueva aventura y nos alegramos.

Si han llegado hasta aquí: ¡Felididades! Tanto testo y tan pocas fotos – no muy típico. Dejennos un comentario y hagannos saber como han vivido este viaje desde lejos, que quisieran leer y prometemos responder 🙂

¡Les enviamos un fuerte abrazo! ¡A partir de mañana estarémos casí en la misma zona horaria (para todos ustedes que están en Europa, obviamente)!

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