Después de sólo una noche en Shenzhen vamos a nuestro próximo destino: ¡Guilin! Nuestra ruta se basa en recomendaciones de unas ex compañeras de trabajo mías y en una ruta bonita que encontramos en la página de una agencia de viajes alemana. Guilin está en todas las listas de los lugares que hay que ver en China y es uno de los destinos turísticos más reconocidos.

¡Ahora ya entendemos por qué!

El río con todos sus brazos cruza Guilin y le da un toque muy bonito a la ciudad. Hay agua por todas partes y se puede caminar durante horas por la orilla del río en bonitos parques, puentes artísticos pasando por templos hasta llegar a las dos pagodas, las torres de la luna y del sol. Sobre todo cuando se hace de noche, es un espectáculo. Nos dejamos llevar y disfrutamos de las vistas románticas aunque llueva. Visitamos las torres que están conectadas a través de un túnel por debajo del agua. Disfrutamos de la hermosa vista por la ciudad y las notables montañas karst que marcan esta zona.

Tenemos mucha suerte con nuestro hostal que está muy bien ubicado, y nos sentimos muy bien ahí. Al lado, hay un pequeño restaurante que es muy, muy barato y tiene opciones frescas y además vegetarianas – una vez al día pasamos por ahí para comer algo (por 3€ entre los dos).

Nos escapamos un día del calor de la ciudad y hacemos una excursión por el río Li. En un buque “deluxe” vamos durante cuatro horas hasta la pequeña ciudad de Yangshuo. En el camino, podemos disfrutar de las absurdas formaciones de las montañas, de chinos adictos a las fotos y de los muchos otros barcos. El paisaje aquí ha inspirado el billete de 20 yuanes y obviamente también lo sacamos para una foto.

Desafortunadamente, una señora grita explicaciones en chino sin pausa y molesta un poco la tranquilidad y la hermosura de la naturaleza – ¡Adios romanticismo! La gente nos toma más o menos secretamente fotos y conocemos a una pareja muy amable de España que viajan por China durante 15 días. Tienen que volar mucho y sólo pueden ver lo más importante – ¡que suerte tenemos de poder viajar con tiempo y poder recorrer el país en tren!

Cuando nos explican que desde Yangshuo sale un tour adicional (obviamente con coste adicional), nos damos cuenta que tendremos que esperar y pasar 4 horas enteras en el pueblecito. Yangshuo es muy bonito y están muy preparados para el turismo chino. En todos lados se venden pinchos con comida que huelen raro, pero la ciudad con las montañas en el fondo tiene su propio encanto.

Las horas pasan rapidísimas charlando con Rocío y Sergio en un bar. Estamos de vuelta en Guilin a la hora del atardecer.

Desde aquí haremos una excursión a los arrozales de Longsheng antes de salir de aquí para seguir el viaje.